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El artista
Simón Altkorn Monti, nacido en Montevideo, inauguró una muestra fotográfica que esta dedicada a su padre, León, quien le “enseñó a mirar, casi sin darse cuenta”.
La exposición, llamada Un laberinto imaginario, se encuentra ubicada en un amplio salón, donde se exhiben su obra, en un ambiente cálido, bien iluminado, y con un silencio que permite la reflexión de su trabajo. Allí, se puede apreciar una recopilación de ocho fotografías, que surgieron de maneras muy diversas, como de un largo trabajo de investigación histórica
-El cumpleaños de Hans Globke (after wall)-, de la revisión libre de alguna pintura o de la presentación de una escena del mundo onírico.
Las imágenes reflejan diferentes emociones; las personas en ellas retratadas pueden conmover a quien las observa, por sus rostros, sus gestos. A un costado, cada fotografía tiene asignada un epígrafe, que consta de un pequeño párrafo que explica de qué se trata lo que se muestra, o bien, de frases de la literatura que ayudan a la comprensión de la obra.
En
“Cielo con nubes”, una representación onírica, se aprecia a una joven triste que se encuentra de rodillas, y a un hombre que yace junto a ella, rodeado de velas. El epígrafe que la acompaña es la cita de una escena de la obra Romeo y Julieta de William Shakespeare, que dice: “Sé voluble, fortuna, porque entonces no le retendrás largo tiempo, sino que le devolverás a mi lado”. La imagen parece natural, y junto al texto, se logra interpretar la emotiva situación que representan los personajes.
Un laberinto imaginario es una interesante muestra, cargada de melancolía, que puede disfrutar todo aquel que esté dispuesto a realizar un lindo recorrido emocional por distintas sensaciones, así como revivir recuerdos que tengan guardados en su interior.
Post by: Paulis